EL RELATO QUE SOMOS

  “Nosotros los que conocemos somos desconocidos para nosotros, nosotros mismos somos desconocidos para nosotros mismos". Estas palabras dan comienzo a La genealogía de la moral, obra de F. Nietzsche publicada en 1887. Esta declaración alude al problema fundamental que ha atravesado la historia del pensamiento de Occidente: ¿quiénes somos nosotros, los seres humanos? Esta misma paradoja, de forma más concreta, se plantea cuando tratamos de responder a la pregunta: ¿quién soy? 

   Soy un conjunto de máscaras, de emociones, de experiencias, de recuerdos, de pasado, de instantes presentes, de ensoñaciones futuras, de delirios, de preguntas, de discursos, de melodías, de palabras y gestos, y sobre todo, de historias. Me llamaron Sofía, y como si mi nombre hubiera influido en mi destino, llevo años tratando de desvelar a través de la filosofía y la literatura qué significa realmente "sabiduría". Llevo años, por lo tanto, buscando comprender quién soy, quiénes somos nosotros, todos los que existimos; y sin duda, por qué somos. No obstante, el misterio se mantiene oculto, quizás porque no hay respuesta para estas preguntas, quizás porque nosotros no tenemos acceso a las respuestas, o quizás porque las respuestas se van construyendo paulatinamente conforme recorremos nuestros caminos y los relatamos. Estas preguntas que no parecen ofrecernos una respuesta satisfactoria de inmediato se convierten en los motores de nuestras vidas. De las nuestras y de las todos de los grandes espíritus de pensadores, artistas y científicos que aún viven en sus obras. Por azar y por suerte nací rodeada de las palabras de estos espíritus y de la belleza de la naturaleza; y en ese silencio afloraron las preguntas. Ese silencio recorre la historia del pensamiento, y nos revela nuestra limitación y la inmensidad que tratamos de comprender, nosotros, todos los que nos preguntamos. Todo pensador -y en cierto modo, todos estamos condenados a serlo-, escucha alguna vez ese silencio, se detiene, y tal vez apoya su cabeza en su mano izquierda, como la joven alada melancólica de Durero, contemplativa, insatisfecha y alerta, guiada por su imaginación y ávida de conocimiento, pero limitada pesadamente por el espacio y el tiempo.

                                             

            Melancolía I, 1514, Alberto Durero 

   Esos inquietantes silencios que nos revelan todo aquello que desconocemos, también han sido habitados por los pensadores, los artistas, los científicos, los maestros, los padres. Por eso, estos tratarán de guiarnos en el silencio, de despertar en nosotros más preguntas,y de dejar su testimonio. Nos guían enseñándonos a leer, a escribir, a hablar, a mirar, a escuchar,a crear, a amar, y  a pensar. Nos guían enseñándonos a aprender; y no deberían darnos las respuestas, sino enseñarnos a preguntarnos. La vida se convierte entonces en una novela de formación, en una experiencia educativa y de aprendizaje constante.  El saber y la educación, a diferencia de lo que dicta la lógica del beneficio actual, es un fin en sí mismo, precisamente por su naturaleza gratuita y desinteresada. La educación, como la filosofía, entre otros saberes humanísticos y científicos, responden a la premisa de "la utilidad de lo inútil" -título del manifiesto de Nuccio Ordine publicado en 2013-, precisamente porque juegan un papel fundamental en "en el cultivo del espíritu y en el desarrollo civil y cultural de la humanidad", en el proceso de aprendizaje, y en la construcción de nuestras vidas. 


                                                                    
Las Edades y la Muerte, 1541-1544, Hans Baldung Grien


   Del mismo modo que el alumno un día fue educado, este podrá algún día enseñar, testimoniar, y acompañar a aquellos que le seguirán en el tiempo y en el silencio. Ahora para mi todavía es primavera, y las dudas son más fuertes que el testimonio. No obstante, toda edad es relevante, porque todo tiempo vivido, forma parte del relato que construimos, del relato que al final de nuestros días nos permite responder a la pregunta: ¿quién he sido? Por ahora, incapaz de responder a quién soy, me limito a observar que estoy aprendiendo a ser, a vivir y a morir. Incapaz de responder al por qué y al para qué de la existencia, estoy construyendo el cómo. ¿Cómo vivir? Descubriendo, aprendiendo y creando, precisamente porque esos elementos dan forma a nuestro destino. ¿Qué amo? Las nubes, como el extranjero de Baudelaire, o el olor de la casa de los viejos, como Jep Gambardella el "rey de la mundanidad" de La Gran Belleza. En definitiva, amo la propia vida, y la sensibilidad que nos permite conocerla. Y si puedo afirmar que amo la vida, a pesar de todos sus misterios, es porque todos mis maestros me han enseñado a hacerlo, y quizás algún día seré yo quién aprenda a enseñar a otros. 





Comentarios

  1. Sólo te diré una cosa y es 'nunca dejes de sonreír tal y como lo haces todos los días'.

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  2. Muchas veces, la mejor manera de conocer a alguien, es conociendo sus gustos y sus inquietudes. A través de tu presentación, pudimos averiguar un poco mas de ti. Sin aportar adjetivos calificativos, pudiste describirte a la perfección a través de tus gestos, sonrisas y explicaciones. Todo un placer escucharte, GRACIAS.

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  3. Me ha gustado mucho tu presentación. Según la iba leyendo me reconocía a mí mismo en muchas de las preguntas que te planteas. Como cuando empiezas preguntándote quién eres y comienzas a descomponer la realidad, tu realidad: máscaras, emociones, experiencias. Me acuerdo que una vez, haciéndome esta misma pregunta y de alguna forma por tanto intentado ordenar mi concepto del mundo y mi papel en él, me di una respuesta parecida a ésta: Por una parte Yo simplemente soy. Soy materia. Existo. Respiro. Y eso ya tiene valor en sí mismo. Y como si fueran círculos concéntricos, en un segundo espacio, yo soy mis valores, mi mapa de valores, aquellos por los que rijo mi vida, mi forma de estar en el mundo podríamos decir. Y en un tercer espacio yo soy mis proyectos, lo que quiero hacer en mi vida con el tiempo y la energía que tengo. Bueno, buen rollo he soltado, pero tu presentación me recordó esta idea.

    Al igual que tú, creo que estas preguntas que planteas se van respondiendo según vivimos, o mejor dicho según aprendemos a vivir. La vida podría ser apuntar a aquello que quieres ser y con amabilidad y templanza reencaminarte cada vez que te salgas del camino y te entretengas, pero abrazar y aprender también de esas incursiones (Uno debe imaginarse a Sísifo feliz, que decía Camus).

    No puedo estar más de acuerdo con la idea de que son precisamente estas preguntas sin respuesta (sumadas a nuestra curiosidad) las que como dices “se convierten en los motores de nuestras vidas”. Es precisamente el enfrentarnos a estas cuestiones e intentarlas dar respuesta lo que nos hace hacer frente a esa oscuridad, a esa verdad compartida por tantas escuelas de pensamiento, de que debido a su conocimiento de la vida y la muerte, la vida para el hombre es fundamentalmente sufrimiento.

    Me interesa tu obsesión por el silencio…deberías escribir otro post sobre ello (igual el inconsciente te está intentando decir algo jajaj)

    Me ha gustado mucho que hayas puesto sobre la mesa el tema de la inutilidad de lo inútil. Como dice un amigo mío, el puro pragmatismo apunta a lo más bajo de la escala social, aquellos que sólo atienden a medios para lograr sus fines y no se enredan con las maravillosas tonterías de la vida.

    Dices que incapaz de responder al por qué y al para qué de la existencia, estás construyendo el cómo. Creo que estás respondiendo a esas preguntas mejor de lo que crees. El cómo vivir (la vida virtuosa de Aristóteles), el construir una vida con propósito y significado. Todos los viejos textos tratan de esto. Es el sustrato que tienen en común todas las religiones, intentar esbozar una teoría moral de cómo debe vivir el hombre.

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  4. La entrada de blog más original que he visto hasta el momento (como no podía ser de otra forma), espero que tus alumnos sepan apreciar la calidad de tus ideas porque probablemente les hagas sudar de tanto pensar. Siempre con la pregunta más extraña posible en la punta de la lengua, dudo que tus alumnos no se vayan a casa reflexionando sus respuestas, y eso es algo increíble!

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  5. Cuando empezamos a abrir nuestros Blogs, entré en el de todos para ver su presentación porque me gusta mucho conocer a la gente. En concreto la tuya me dejó sin palabras, como cada vez que hablas en clase (que suele ser bastante jajajaja por lo que me quedo sin palabras muy a menudo).
    Por favor, no pierdas nunca esa faceta de querer descubrir todos los misterios que se te ponen por delante y ese ánimo con el que llegas todos los días a clase.
    Eres y serás siempre un ejemplo muy inspirador.

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  6. Creo que la respuesta a todas tus preguntas es reparar en el hecho de que te las estás preguntando, envidio mucho la facilidad que tienes de expresar sin reparo tus inquietudes, no dejes de hacerlo!
    Por otro lado, me alegra encontrar personas capaces de buscar y encontrar en el arte lo que aporta más allá del autor o el nombre de la obra, creo que saber comprender el arte es saber entender el mundo,
    mucha suerte en tu búsqueda!

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  7. Qué pasa, hermana! Quién nos iba a decir hace dos años, en aquella escalinata que tanto nos hadado, que íbamos a estar ahora andando este camino juntos? Dale caña a ese relato que eres, que es una movida importante esta del sentido. Pero date prisa, que ya sabes lo que hay al acecho, que llega en cualquier momento, cuando menos te lo esperas. Mira Camus, por ejemplo, está muerto ahora. Un abrazooo

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