NUEVAS FORMAS DE ENSEÑAR Y APRENDER: LAS TIC

        En 2010, el Consejo de Ministros elaboró un plan de acción de “Objetivos de la Educación para la década 2010-2020”, en el cual se planteaban una serie de medidas y cambios pensados para la comunidad educativa. En el presente artículo nos detendremos a observar con algo más de detalle, el Objetivo General nº 5, que aborda el papel y la inclusión de nuevas formas de enseñar y aprender en los centros, a partir del uso de las TIC.

    Las TIC, como sabemos, son las tecnologías de información y comunicación. Planificar y gestionar la infraestructura de TIC en la Educación es un trabajo complejo. Las TIC que pueden introducirse en las aulas son las siguientes: pizarras electrónicas, ordenadores y tablets con acceso a Internet, plataformas de aplicaciones de ejercicios que permitan la interacción entre los miembros del aula, o aplicaciones de juegos para aprender. Incorporar las TIC en las aulas implicaría atender a una serie de requisitos, entre los cuales encontramos: la necesidad de formación del profesorado, cortafuegos para controlar y restringir el acceso de los alumnos al material no didáctico, y financiación para asegurar la igualdad de condiciones en la incorporación de las TIC en los centros.

    Frente al reto que plantea la incorporación de las TIC en el aula, el Ministerio de Educación estableció una serie de medidas destinadas a llevarse a cabo con el objetivo de aumentar y fomentar la utilización de las mismas como herramientas de enseñanza y aprendizaje en todas las áreas de conocimiento en los diferentes niveles educativos. En estas medidas, se hace especial hincapié en la formación que ha de recibir el profesorado para el uso de las TIC. Esta formación, fomentaría la participación del profesorado en grupos de trabajo para la creación de contenidos en formato digital. Para poder elaborar contenidos de las distintas áreas de conocimiento en formato digital, sería necesario promover acuerdos con editoriales, organizaciones educativas y otras instituciones. La financiación total del objetivo que preveía el Ministerio era de 100 M€.

       Ahora bien, cuando nos planteamos la incorporación de las TIC en las aulas, es necesario  no desatender la reflexión y el contraste entre las posibles ventajas y desventajas. Por un lado, observamos que el uso de las TIC puede fomentar la motivación y el interés del alumno por el aprendizaje; puede facilitar la interacción del profesor con el alumnado, porque determinadas aplicaciones posibilitan la corrección inmediata de los ejercicios y el seguimiento personalizado del trabajo del alumnado; permite el trabajo cooperativo entre alumnos fuera y dentro del aula;  favorece el desarrollo del aprendizaje a partir de la imagen, a través del uso del herramientas como vídeos, juegos virtuales o ejercicios interactivos; además permite una mejor adecuación de los planteamientos educativos y las transformaciones de la sociedad; y facilita el acceso a la información. No obstante, por otro lado, observamos una serie de desventajas. En primer lugar, para la incorporación de las TIC aparece como requisito necesario la formación de los profesores en las nuevas tecnologías, y para ello es preciso que se faciliten las herramientas y la financiación necesarias para esta formación. En segundo lugar, el uso abusivo de las TIC puede favorecer la distracción, la pérdida del objetivo principal del trabajo, la pérdida del contacto personal e incluso obrar en contra del desarrollo del pensamiento abstracto. En tercer lugar, destacamos que la introducción de los aparatos tecnológicos en el aula empujará a un mayor control por parte de los tutores y profesores. Por último, puede preverse que estas nuevas medidas acrecienten las desigualdades entre los centros y los alumnos que no puedan disponer de estos aparatos.