¿A QUÉ SE DEBE EL ÉXITO DEL MODELO EDUCATIVO DE CASTILLA Y LEÓN?
El modelo educativo de Castilla y
León es un modelo singular. Su rendimiento escolar es equiparable al
rendimiento del aclamado modelo educativo finlandés. Atendiendo a la evaluación
del Informe Pisa - las pruebas Pisa fueron instauradas por la OCDE para medir
el grado de competencia de los alumnos europeos en comprensión lectora,
matemáticas, ciencias y resolución de problemas- los resultados de Castilla y León
se encuentran entre los mejores, a la cabeza de España y en séptimo lugar a
nivel mundial. ¿Cómo se explican estos resultados? ¿Cuáles son los aspectos
fuertes y débiles de la educación en Castilla y León?
Según el artículo “El modelo de Castilla y
León consolida un rendimiento escolar similar al de Finlandia” publicado en El
Norte de Castilla en 2015, Jaime Foces Gil, director del IES Juan de Juni en
Valladolid, en su tesis Desigualdades
regionales y cohesión del sistema educativo analiza las causas que podrían
explicar las diferencias de rendimiento y equidad entre las diferentes
autonomías españolas. Resulta llamativo descubrir que Castilla y León presentan
el mejor resultado de todas las comunidades autónomas en el Informe Pisa, por
encima de la media de la OCDE. Resulta llamativo puesto que el resultado supera
las expectativas lógicas que podrían esperarse atendiendo al nivel
socioeconómico de la Comunidad Autónoma. Las causas de esta desigualdad son
diversas y presentan rasgos históricos. Entre ellas destacan: la alfabetización
y escolarización de las mujeres en el siglo XX –estadio de alfabetización
superior al 70%- ; la adhesión al pacto educativo de 1999, lo cual permitió
consolidar un modelo escolar sin tensiones ni cambios durante una década; y el
modelo propio desarrollado por Castilla y León basado en “la política de
adaptación a la dispersión y despoblación territorial, el exigente modelo
curricular, el fuerte impulso dado a las políticas de fomento de la convivencia
escolar, y la mejora de los resultados.” Sin embargo, frente al reconocimiento
de los puntos fuertes de la educación castellanoleonesa, es preciso destacar al
mismo tiempo los puntos a mejorar. Jaime Foces hace hincapié en el 4% de
absentismo escolar, y en el 21% de fracaso escolar. Si bien es cierto que según
el Índice de Desarrollo Educativo Castilla y León equilibra equidad,
rendimiento y calidad, el fracaso escolar es demasiado alto. El fracaso depende
de diversos factores: por un lado, incide el nivel de estudios de los
familiares y el contexto social del alumnado; y por otro lado, afecta la falta
de homogeneidad en los sistemas de titulación.
Otra de las voces reconocidas que se
han pronunciado respecto de los puntos débiles y fuertes del modelo educativo
de Castilla y León es la de Fernando Rey, Consejero de Educación de esta misma
comunidad. En el año 2017, 311.724 alumnos comenzaban el curso escolar. Durante
este año la comunidad educativa buscaba introducir una serie de novedades
escolares y docentes, además de seguir promoviendo la calidad y la equidad del
“mejor sistema de educación no universitaria del país”. El modelo educativo
castellanoleonés elaboró entonces un Plan Global de Mejora de Resultados para
subsanar los problemas que se presentan en los centros con resultados
desfavorables. Este Plan de Mejora está motivado por la búsqueda de la equidad,
es decir, por la búsqueda de justicia en las oportunidades brindadas a los
jóvenes, independientemente de las condiciones materiales bajo las cuales hayan
nacido. Estas medidas son necesarias debido a ciertas desigualdades, que pueden
observarse en los centros “gueto” –que se caracterizan por estar constituidos
por un alumnado de etnia gitana, de familias socialmente vulnerables o en
riesgo de exclusión social-; o en el medio rural, en el cual algunos centros se
enfrentan al riesgo de desaparecer. Otro de los problemas a los cuales se
enfrenta la Conserjería de Educación son las agresiones al profesorado. Para
combatir las situaciones agresivas en el seno de la comunidad educativa, la
Conserjería estableció nuevos protocolos de actuación. No obstante, no todas
las medidas hacen frente a situaciones problemáticas. Ese mismo curso 2017, se
inauguraba con una serie de propuestas de mejora, entre ellas destacaríamos: un
aumento de programas de bilingüismo, el adelanto del programa bilingüe en la
etapa de Infantil, entre los 3 y los 6 años, el refuerzo de la formación de los
docentes en el ámbito lingüístico, el aumento de los profesores nativos, la ampliación de la red de centros BIT
(Bilingüismo, exclusividad y tecnología), y la inclusión de la figura del
profesor colaborador honorífico.
Atendiendo a todo lo dicho, es
posible llegar a la conclusión de que el modelo educativo de Castilla y León, a
pesar de presentar algunos problemas, se caracteriza, en términos generales,
por su éxito educativo y sus buenos resultados en el Informe Pisa.
Comentarios
Publicar un comentario