MI VERSO NO ES MÍO

¿Lo veis? ¿Sois capaces de apreciar el detalle? 

 Eso querría transmitir a los alumnos.

Prestarles mi mirada, y que descubran la suya,

que descubran sus ojos, y con ellos, 

todos los secretos del mundo.

Mis versos no son míos.

Son de Stendhal, que canta al alba desde la noche.

Son de Miguel Hernández, que desnuda el alma del hombre.

De Víctor Hugo, que escribe que la vida no es si no el baile,

entre la muerte y la belleza. 

Estos versos son testimonio del secreto más genuino,

del sentimiento de existencia.

Ese sentimiento será también mi testimonio.

Epitafio de Stendhal: "Scrisse, amo, visse" (Escribió, amó, vivió)

LA BELLEZA Y LA MUERTE, VÍCTOR HUGO

 

La belleza y la muerte son dos cosas profundas,                                                                                        con tal parte de sombra y de azul que diríanse                                                                                            dos hermanas terribles a la par que fecundas,                                                                                                con el mismo secreto, con idéntico enigma. Oh, mujeres, oh voces, oh miradas, cabellos, trenzas rubias, brillad, yo me muero, tened luz, amor, sed las perlas que el mar mezcla a sus aguas, aves hechas de luz en los bosques sombríos. Más cercanos, Judith, están nuestros destinos de lo que se supone al ver nuestros dos rostros; el abismo divino aparece en tus ojos, y yo siento la sima estrellada en el alma; mas del cielo los dos sé que estamos muy cerca, tú porque eres hermosa, yo porque soy muy viejo.